ZONAS DE PAZ… DOMINIOS DEL TERROR



Luego de 15 años de disparatadas decisiones del Ejecutivo Nacional, convertidas en políticas públicas, en más de veinte y tantos Planes de Seguridad que han concluido en un mundialmente reconocido fracaso, hoy nos toca expresar nuestra opinión sobre una ejecutoria que se conoce vulgarmente como la declaratoria de las llamadas ZONAS DE PAZ.

Las ZONAS DE PAZ fueron creadas en el mes de septiembre del 2013, y las directrices las dictó el Ministerio del Interior, Justicia y Paz, representado en la persona del Viceministro José Vicente Rangel Avalos, tristemente recordado por el rastro de corrupción que dejó en su desastroso ejercicio como Alcalde del Municipio Sucre.

El plan contempla que en esos lugares o espacios geográficos, el control de todo lo manejarían las propias comunidades. Esto suena tan vacío y falto de profundidad, de visión política y de responsabilidad, como realmente lo fue, y hoy lo sigue siendo,  ya que su implementación desde el mismo inicio no fue más que otra majadería que oculta intenciones oscuras, con varios fines. El primero, continuar presentando planes o programas que le hagan ver al venezolano que el régimen está ocupándose de la seguridad. Otro, el continuo halago a ideas etéreas que genera el Ejecutivo Nacional anterior y ahora sus  herederos, y quizás el más maquiavélico, el permitir que las bandas criminales promovidas, protegidas, financiadas y amparadas por el Régimen, puedas hacer de las suyas con la mayor y más descarada impunidad.




En la realidad, lo que se hizo fue entregar a las bandas criminales de cada zona, un territorio donde ejercer sus actividades criminales, sin el temor de enfrentar a ningún cuerpo de seguridad, ya que tienen de manera imperativa, limitada la entrada a estos espacios del territorio nacional. Ningún cuerpo de seguridad puede ingresar a estas zonas para realizar su trabajo policial. Ningún patrullaje es permitido. Ninguna investigación es autorizada. Apenas si se les permite retirar un fallecido y de inmediato retirarse.  Si esto no se respeta son atacados, de la manera más salvaje y descarada con fuego de armas largas, cortas, granadas.   Por órdenes del Poder Ejecutivo, a través de sus ministros o directores de los distintos organismos de seguridad, ningún procedimiento se puede realizar en estos territorios.  

Son en realidad micro estados dentro del estado venezolano.



Veamos en que se traduce esta desastrosa realidad.

Se destinó un fondo de Bs 200.000 para que fuesen destinados a otorgar créditos a bandas criminales que supuestamente entregaran sus armas, a fin de que los dedicaran a actividades legales.  Lo cierto es que entregaron una minúscula parte del armamento para justificar el crédito o  contratos, para supuestamente reparación de calles, escuelas, etc., que convirtieron, en muchos casos, en nuevas armas, muchas de ellas fusiles de asalto, granadas, pistolas automáticas y municiones, granadas y camionetas, material que los convirtió en poderosas organizaciones criminales, ahora mejor armadas y equipadas.

En las ZONAS DE PAZ, ahora el índice delictivo se incrementó de manera aterradora, convirtiendo los Valles del Tuy, Los Valles de Aragua y Barlovento en territorios donde el crimen impera.  Los comerciantes deben pagar vacunas o dar contribuciones obligatorias en dinero o mercancía, para no ser atracados.  El secuestro es un evento cotidiano, el asesinato es parte de la vida normal.  El control del negocio de la venta de drogas es una actividad que manejan estas bandas en territorios definidos entre pandillas. Estas bandas criminales ejercen su poder de manera descarada. Los comerciantes son extorsionados, los robos a locales y viviendas, robos de vehículos y despojos a camiones de gas y víveres son parte del diario vivir.  Nadie entra o sale de estos territorios sin que ellos lo permitan, sirven de ejecutores de su justicia, y al que se le ocurra comentar esta aterradora realidad sencillamente lo asesinan públicamente para que sirva de ejemplo. Son DOMINIOS DEL TERROR.

En las ZONAS DE PAZ, la competencia de la seguridad ciudadana se entregó de la manera más irresponsable y cobarde a los hampones,  ya que ni las distintas POLICÍAS, municipales o regionales, ni la GUARDIA NACIONAL BOLIVARIANA tienen de hecho, ninguna competencia en esos territorios.

El criminólogo Fermín Mármol García asegura que ¨con el desarrollo de estas políticas se confirma la atomización de micro estados en el Estado venezolano, clasificados entre la república de los pranes, los colectivos armados y violentos, la acción de los paramilitares y las zonas de paz, alcanzando ya, al menos, el 10% de las parroquias del país. ¨



El padre Alejandro Moreno, psicólogo y doctor en Ciencias Sociales, opina que ¨esto se está poniendo cada vez peor, los medios y que para controlar a los delincuentes son pura pantalla, porque por debajo lo que hay es apoyo al crimen. Las zonas de paz son auténticos refugios de malandros, que sólo han servido para el aumento de la delincuencia. De eso puede dar fe cada una de las policías de esas zonas y la gente que vive ahí. Esa es la prueba de la protección del delito por parte del Estado.¨

Mucha razón tenía el Dr. Roberto Briceño León, del Observatorio Venezolano de la Violencia, cuando expresó su preocupación de que  se acrecentaría la  impunidad criminal con la creación de las zonas de seguridad en el país. Y mientras este desastre nacional ocurre, el gobierno venezolano continúa con su política de negarse a mostrar las estadísticas criminales, las cifras extraoficiales indican que mantenemos un creciente índice de homicidios cada año, secuestros a granel, asesinatos de funcionarios policiales y militares reseñados a diario y un Ministerio del Interior manejado por militares incompetentes, convertidos en este régimen en una suerte de "toderos" que lejos de diseñar Políticas Públicas de Seguridad, han convertido a Venezuela en un TERRITORIO DOMINADO POR EL TERROR.
 
Mientras se mantenga en el poder el régimen militarista, plagado de incompencia civil y militar actuando sin el mas mínimo compromiso con la seguridad ciudadana, continuaremos viviendo EL REINO DEL TERROR CRIMINAL que, bajo la más comprometida e irresponsable impunidad, mantiene en estado de sitio a la población de toda la república.


INSEGURIDAD 2014… LA VENEZUELA PELIGROSA…



Cada vez que acaba un año debemos hacer el ejercicio de revisar con detenimiento el comportamiento de las variables que crean, motivan, generan y dominan en muchos casos el sentir del venezolano con respecto al tema de la inseguridad…Mejoró?... Nos sentimos más seguros que el año anterior o la angustia nos domina el pensamiento cada vez que salimos a la calle o sale alguno de los miembros de la familia…?

En esta oportunidad mi opinión será presentada a ustedes de una manera un poco distinta. Igual tendremos que mostrar cifras pero, más que números, expondré o, en un ejercicio de compactación, lo que observé en aspectos relevantes que conducirán al lector a llegar a sus conclusiones.

Lo primero que tocaré será lo expuesto por el OBSERVATORIO VENEZOLANO DE VIOLENCIA (OVV), integrado por investigadores y dirigidos por el Dr. Roberto Briceño León. En su informe anual nos presenta un 2014 que alcanzó la nueva cifra record de 24.980 homicidios para una tasa de 82 muertos por cada 100 mil habitantes. Esta cifra nos ubica como el segundo país con la más alta tasa de homicidios del planeta Tierra. Sólo no supera Honduras y seguimos estando por encima de países que siempre han sido considerados como violentos, tales como Jamaica, El Salvador, Colombia, México o Brasil. Y esto no lo informa el OVV ya que la ORGANIZACIÓN  MUNDIAL DE LA SALUD, en su informe OMS-WHO, 2014 así lo certifica.




Según la ONG Mexicana, el CONSEJO CIUDADANO PARA LA SEGURIDAD PÚBLICA Y LA JUSTICIA PENAL, en su listado de las 50 ciudades más violentas del mundo, señala a Caracas como la segunda ciudad más violenta del mundo durante el 2014, con una tasa de 106 homicidios por cada 100.000 habitantes. Valencia en el séptimo lugar, Ciudad Guayana en el 12 y Barquisimeto en la posición 21.



Otro aspecto interesante de señalar es que el delito violento inundó zonas del país que eran consideradas seguras. Ya no hay en nuestro país ningún lugar que podamos calificar de SEGURO. En cualquiera de nuestras regiones ocurren crímenes violentos y delitos que ocurren por la presencia de bandas armadas y algo nuevo… se han incorporado al crimen, el robo y el hurto delincuentes no profesionales, que siembran terror y desesperanza en los lugares y tiempo nunca antes visto. No se salvan ni siquiera las Iglesias, las universidades, el trasporte público es permanentemente objeto de atracos y asesinatos de pasajeros y conductores.




La impunidad es el sello de cualquier delincuente que se sabe y siente seguro ante la ineficiencia y la incompetencia de los cuerpos de seguridad del estado. Cada vez son menos las denuncias por la desconfianza en las distintas policías y son más los que piensan que de nada sirve hacerlo porque no hay justicia y menos castigo. o lo que es peor, que hay funcionarios policiales involucrados en el crimen. Insólito pero no dejan de tener razones para pensar de esa manera y menos cuando Freddy Bernal, Jefe de la COMISIÓN PRESIDENCIAL DEL SISTEMA POLICIAL Y ÓRGANOS DE SEGURIDAD expresó, en la oportunidad de informar que capturó Comisarios, siete Detectives y tres agentes del CICPC, de la comisaria de El Valle, en la ciudad de Caracas, componían una banda de secuestradores y extorsionadores, utilizando las instalaciones de la propia policía científica para retener a sus víctimas. Increíble escuchar que calcula que el 50% de los funcionarios policiales están involucrados en crímenes y dice reconocer que en los cuerpos policiales hay mafias vinculadas al crimen organizado.

Pero el crimen no distingue razas, religiones, profesiones ni color político y también los funcionarios policiales caen por el fuego criminal. Sólo durante el 2014 fueron asesinados 338 funcionarios policiales, unos en servicio y otros estando francos. Policías Municipales (105), Policías Regionales (89), Guardias Nacionales Bolivarianos (37), Policías Nacionales Bolivarianos (36), funcionarios del CICPC (31) y hasta Escoltas (19) fueron muertos por el hampa. Algo más grave nos muestra la terrible realidad y es que llegan al descaro de atacar sedes policiales para robarles equipos y armas tal como ocurrió en Guárico, Aragua, Miranda y Vargas con un saldo de una cantidad de armas, ahora en manos del hampa. No hay respeto alguno por las leyes, ni por los policías en nuestro país.

La delincuencia organizada nacional se encuentra aliada con el crimen internacional y hoy Venezuela es una escala segura para el narcotráfico lo que les permite el tránsito de la droga que va rumbo a Europa y los Estados Unidos, según informaciones de organismos multinacionales del combate al narcotráfico, con complicidad de funcionarios militares y civiles venezolanos.

El secuestro y la extorsión se ha generalizado de tal manera que en este pasado año, esta actividad criminal no sólo atraca a las clases sociales de mayor ingreso… ahora son víctimas del secuestro y la extorsión venezolanos de la clase media y de la clase menos pudiente… no se salva ningún estrato social.

Mención especial merecen los COLECTIVOS ARMADOS CHAVISTAS, que son grupos criminales amparados por el régimen de turno en el poder y ante la complicidad y protección de militares y policías bolivarianos. Mantienen zonas “liberadas” donde no hay presencia policial y mucho menos militar lo que les permite tener el control total de la población mediante el asesinato, la extorsión y el miedo.




Peor que esto es el hecho reseñado públicamente que estos grupos criminales actúan en complicidad y bajo la protección de la POLICÍA NACIONAL BOLIVARIANA y la GUARDIA NACIONAL BOLIVARIANA para reprimir a los opositores al régimen chavista. Flaco servicio en el ataque al crimen y la inseguridad.

De nada han servido más de una veintena de supuestos planes de seguridad pésimamente estructurados y peor implementados, una UNIVERSIDAD DE LA SEGURIDAD donde la politización de los estudiantes es parte integral del programa de estudios, una POLICÍA NACIONAL BOLIVARIANA que con frecuencia espantosa sale reseñada como participante activa de crÍmenes comunes y políticos y la MILITARIZACION de la seguridad lo cual indica que en este régimen donde los militares abordan todas las actividades de la vida nacional, el manejo de la seguridad pública ha sido otro de sus más fracasos.

En otro artículo tocaremos el tema macabro del SISTEMA PENITENCIARIO, con su dantesca realidad, plagada de mafias tanto internas como externas a los centros de reclusión, compuestas por civiles y militares que junto con delincuentes internos, controlan una danza de millones que produce el sistema carcelario, convertido desde hace muchos años en una industria de la más alta rentabilidad. 

Podemos concluir que el año 2014 terminó, a todas luces, con un panorama aterrador en términos de seguridad y sin que podamos, al menos por los momentos y con los variables y constantes conocidas, pensar que la espiral de miedo e inseguridad reinante dejará de observar un ritmo criminal ascendente en nuestra Venezuela…