ALARMAS MONITOREADAS, VITAL COMPLEMENTO DEL SISTEMA DE SEGURIDAD




Un sistema de alarmas constituye un integrante fundamental de todo sistema integral de seguridad y sin él estaría incompleto el programa de protección de cualquier instalación.

Lo primero que debemos conocer es qué elementos componen un sistema de alarmas y por qué es tan importante su instalación. Los dispositivos que componen un sistema de alarmas son, por lo general los siguientes:

  • Central de Alarmas. Es el equipo que maneja todo el sistema y que recibe y emite las señales, identificando cuál señal se disparó, en qué zona de la instalación.  Permite la activación o desactivación del sistema o de algunas de sus zonas o dispositivos, identifica a los distintos usuarios de manera individual, reporta aperturas y cierres de accesos y envía información al exterior de las instalaciones de manera programada.
  • Sensores de movimiento. Son los aparatos que se activan cuando detectan que una persona pasó frente a sus rayos y se  comunica con la Central indicándole que hay un intruso en su zona de protección.
  • Sensores de incendio.  Estos pueden ser detectores de humo o detectores de calor que,  al ser activados,  mandan de inmediato la señal al teclado central.
  • Sensores de vibración. Se colocan para detectar vibraciones en puntos tales como rejas que queremos vigilar. Cada dia son menos utilizados porque generan muchas falsas alarmas.
  • Sensores de ruido. Son activados por las ondas que producen los sonidos, según la calibración que se programe en la instalación del sistema. Generalmente se colocan en ventanales.
  • Cerco eléctrico. Las señales emitidas por eventos ocurridos con los alambres del cercado eléctrico también pueden ser recibidas por la Central del sistema y programadas debidamente nos indicarán en que sector del cerco ocurrió la novedad.
  • Celdas fotoeléctricas. Son equipos generalmente colocados en los perímetros de las instalaciones o también en áreas internas que debamos proteger con puntual interés.
  • Botón de pánico. Este es una excelente herramienta para elevar la eficiencia del sistema, ya que permite disparar una señal de emergencia,  mediante el sencillo acto de pulsar un botón conectado por vía alámbrica o con un aparato móvil inalámbrico.  Pasa a formar parte del equipo que debe portar el oficial de seguridad que preste servicio en esas instalaciones o cualquier persona que quiera mantenerlo consigo.

Ahora que conocemos los distintos dispositivos que componen el sistema de alarmas, podemos entrar a plantearnos la importancia de que esa señal sea o no monitoreada.

El caso es que la señal que emite el sistema, sea insonora o audible mediante el uso de una sirena, así como lumínica, si tiene instalada una luz estroboscópica solo alertará, en el mejor de los casos, a personas que puedan escuchar la sirena o ver la luz, lo cual es muy limitado en su efecto, ya que si es oída o vista debemos preguntarnos si la persona que lo percibió estará en el ánimo de actuar o si sabrá qué hacer ante ese evento.

Otra posibilidad es que el equipo sea programado para que envíe un mensaje a uno o varios teléfonos celulares o locales, informando de la señal y quién, cómo, dónde y cuándo la reciba,  cómo va a actuar…. Las estadísticas han evidenciado que poco o nada, además de angustia y nerviosismo se logra con este modo de proceder.

Lo que recomiendo, en atención a lo experimentando durante más de 30 años de experiencia en el tema de la protección de bienes y personas, es que la señal que emite el sistema de alarmas sea recibida por la Central de Operaciones o Centro de Control de una empresa centralizadora de señales de emergencia.  Este criterio tiene soporte en varias razones tales como:


  • La persona que recibe la señal no está involucrada en el evento que provocó la emergencia.
  • El operador de guardia en la Central está entrenado para cumplir los distintos protocolos que debe accionar según sea el caso.
  • Tiene a la mano y actualizados todos los teléfonos de emergencia de los distintos cuerpos de seguridad que deban actuar,  tales como Policías Nacionales, Estatales o Municipales, Protección Civil, Bomberos, Guardia Nacional, entre otros.
  • Están de guardia las 24 horas, los 365 días del año atentos sólo a recibir y actuar ante señales de emergencia.
  • El equipo receptor de la central almacenará todas las señales que reciba, así como también toda la información que le incorpore el operador y la blindará,  ya que el sistema no permite que se pueda alterar la información incluida en la data.
  • Cada afiliado al sistema podrá, dependiendo de la centralizadora que tenga, conocer cada uno de los eventos ocurridos con su sistema en el momento que lo solicite,  o mensualmente,  o en el momento que coordine con la empresa.


Es por estas razones, entre otras, que sin lugar a la menor duda, en nuestra opinión los sistemas de alarmas deberán ser conectados, desde el mismo momento de su instalación, a una empresa centralizadora de señales de emergencia que nos brinde el vital apoyo externo que nos permita lograr en el menor tiempo posible, la más profesional y adecuada solución a nuestra emergencia.



Ahora bien, no podemos olvidar en ningún momento que el sistema de alarmas es sólo uno de los componentes del sistema integral de seguridad y que de su integración con los demás aspectos tales como luces, perimetrales adecuadas, controles de acceso, vigilancia profesional, cámaras de circuito cerrado de televisión y comunicaciones eficientes, será imprescindible para aumentar el nivel de seguridad de las instalaciones, sean estas industriales, comerciales, educacionales o residenciales.

Por todo lo anteriormente comentado recomendamos consulte con un asesor de seguridad para que se realice un análisis de riesgos mediante un estudio de seguridad que integre el sistema de alarmas con los otros sub-sistemas, que nos permita lograr trabajar, vivir o disfrutar de la tranquilidad que nos merecemos.