Paciencia y desesperanza… Cuando escribí y monté en mi blog el artículo LA MILITARIZACIÓN DE LA SEGURIDAD, en el mes de mayo del 2013, lo hice con la intención de que algún miembro del gobierno lo leyera, analizara y considerara, en el supuesto de que alguien en este RÉGIMEN MILITARISTA guardara en su espíritu ciudadano, una gota de responsabilidad y antepusiera a sus intereses el maltratado bien común, sin tomar en cuenta religión, condición social, preferencias políticas, nivel económico y estatus social. Nada cambió para lograr detener el crimen y sus terribles consecuencias. Fue sólo un sueño que terminó en una horrible pesadilla. Tal como sabíamos que iba a suceder, los índices de homicidios, robos, secuestros, violaciones, a pesar de los múltiples esfuerzos de este gobierno, se volvieron a disparar.
En esta oportunidad sólo voy a presentar algún cuadro
estadístico que ilustre lo que todos saben, viven, sienten y sufren. Participar en esa discusión sobre estadísticas
del crimen es absolutamente estéril cuando conocemos que es una política
pública del chavismo ocultar las cifras que no quiere dar a conocer, o peor
aún, las manipula descaradamente para desinformar a quienes diariamente
soportan la realidad criminal que vivimos.
Ya que conocemos que la inseguridad tiene múltiples causas,
mezcladas y relacionadas en un caos vivencial, vamos en esta ocasión a comentar
el porqué del fracaso estrepitoso de los incontables planes de seguridad
implementados en el transcurso de estos últimos 15 años de desastrosa gestión
en este tema… (o exitosa para otros), si el caso fuese que resultase de una vil
POLÍTICA DE CONTROL SOCIAL, como
cada vez más expertos están concluyendo.
La primera causa que voy a poner sobre la mesa de discusión es el discurso agresivo, procaz, anti sonante,
destemplado y cargado de odio y resentimiento de la cabeza del gobierno y de
sus más encumbrados representantes, en cualquiera de las ramas del poder político
del país, ya que el efecto espejo que produce la conducta, el lenguaje y la
gestual de los miembros del alto gobierno es de inmediato copiado por una
amplio sector de la población, por lo que podemos afirmar que, tanto el Presidente
anterior, como el actual son, en un alto grado, responsables de la conducta
irregular y, en muchas oportunidades, delincuencial y criminal de muchos
ciudadanos.
Otra causa del incremento de la criminalidad es lo que resumo
en la pérdida de esperanza de nuestra juventud. Para ilustrar este planteamiento
vamos a reflexionar sobre algunos aspectos, muy puntuales pero que retratan un
contexto absolutamente desastroso. En el 2004, el Ministerio de Educación
reporta que la matrícula en educación primaria alcanzó los 6.750.393 y en el
2013 a duras penas informó que llegó a los 6.100.000 alumnos. A este desastre
le agregamos que el RÉGIMEN CHAVISTA
eliminó, imagínense ustedes, la evaluación del rendimiento escolar, todo esto
con el fin de ocultar la evidente pérdida de la calidad de la educación en
nuestro país, ahora enlodada en un ambiente descaradamente ideologizado con
enfermas distorsiones de conceptos y valores patrios.
Educadoras
chavistas armadas impartiendo intrucción a niños
Las cifras del sector
universitario son populistas y sus resultados finales, en el mejor de los casos,
de una nada envidiable pobreza académica y profesional.
Niños venezolanos armados en proceso de ideologización
Una juventud que algunas estadísticas colocan en un 1.667.470
jóvenes que actualmente ni están estudiando, ni tampoco están trabajando. Cada día
esa cifra sufre de incrementos naturales. La deserción escolar, en sus peores
cifras, corresponden a jóvenes de las barriadas de nuestras ciudades y es por
ello que el crecimiento de la delincuencia juvenil es alarmante y creciente.
Cuando expresé que hablaba de falta
de esperanza de la juventud lo señalaba, por las cifras anteriores pero no
puedo dejar de mencionar que esto se agrava cuando a esa enorme juventud se le
niega la oportunidad de prepararse en un oficio digno que le brinde las
condiciones técnicas o profesionales de desarrollarse laboralmente y tener un
futuro que le permita vivir decentemente. Esa oportunidad estaba en el
excelente desempeño institucional del INSTITUTO
DE COOPERACIÓN EDUCATIVA (INCE),
hoy convertido en un centro de ideologización política del más recalcitrante tinte
chavista. Esto se refleja en que el indicador del desempleo señala que el
empleo informal captó el 65% del empleo creado en el último año. Y como no van a sobrevivir en la economía
informal si este gobierno está empeñado en ACABAR
CON LA EMPRESA PRIVADA, con la pérdida escalonada y permanente de puestos
de trabajo formal, alejándonos de la manera más brutal de los beneficios y
desarrollo profesional que tendrían en esas empresas, hoy desaparecidas y otras
a punto de hacerlo por las agresivas políticas gubernamentales cargadas de
salvajes intenciones de eliminarlas definitivamente del espectro industrial,
comercial y de servicios del país.
No podemos dejar de señalar el
ambiente económico en el cual se está desarrollando nuestra juventud. La situación
del país se agrava de manera exponencial ya que hoy vivimos una disminución de
la producción nacional, una inflación que superará el 70%, una evidente escasez
de bienes de todo tipo a los que no
escapan las medicinas, repuestos y partes industriales, alimentos y pare de
contar… sencillamente no hay dólares para pagar las importaciones ni las deudas
que tiene el sector público y el privado. Las mafias que se enriquecen del
manejo irregular de las divisas están fortalecidas en este sistema perverso de
controles discrecionales. Este gobierno
nos coloca para este año, según cifras del FONDO
MONETARIO INTERNACIONAL y el BANCO
MUNDIAL como el país con el peor desempeño económico de América, y por
debajo de Haití.
El sistema de justicia es ejemplo de
corrupción, mediocridad y servilismo al PODER
EJECUTIVO. Se declaran chavistas y sus magistrados dependen de la voluntad
del gobierno ya que son en su mayoría jueces provisorios que deben obedecer las
instrucciones que reciban, sin ninguna independencia y amenazados de ser
despedidos o puestos en prisión, si no hacen lo que se les ordene. Por esta
corrupción y carencia de valores es que la IMPUNIDAD
ronda el 95%.
Se puede concluir que la profesión más
segura es la del malandraje criminal, ya que lo más seguro es que nunca paguen
sus crímenes y las víctimas no conocerán la justicia.
La cifra que voy a tocar
referencialmente en estas notas es la que nos muestra el OBSERVATORIO VENEZOLANO DE LA VIOLENCIA (OVV), que se nutre de los
laboratorios de investigación social de las mejores universidades de Venezuela
y concluye que logramos un descarado nuevo récord en homicidios en el 2013 con 24.763
muertes violentas en el país, lo que se traduce en que registramos 79 muertes
violentas por cada 100.000 habitantes, o sea, dicho de otra manera, cada día en
promedio 68 personas perdieron la vida de esta manera, con lo que logramos
posicionarnos como el segundo país más violento del mundo.
Cifras
de homicidios 1997 al 2013
fuente: Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV)
Ni hablar del sistema penitenciario. La
política que implementa el ministerio responsable de este delicado tema
mantiene las cárceles en poder de mafias dirigidas, manejadas y reguladas por
lo más granado del mundo del crimen. La violencia
que se vive en estos depósitos de seres humanos es indescriptible. Y todo esto con
la venia del gobierno. Armas, drogas,
sadismo, hacinamiento y crimen reinan en
estos infiernos. En los que quedan
porque han cerrado y destruido 5 cárceles y han despachado a la calle a una
cifra monstruosa de criminales, quienes con la mayor impunidad mantienen
azotada a una sociedad desamparada.
Presos armados en las cárceles venezolanas
Y para concluir con estas notas sobre
la situación de INSEGURIDAD NACIONAL,
no puedo dejar de tocar a los intocables del RÉGIMEN: sus COLECTIVOS ARMADOS, una suerte de FUERZAS IRREGULARES DEL CHAVISMO, que delinquen y actúan bajo la
protección de otro logro del chavismo perverso: LA GUARDIA NACIONAL BOLIVARIANA Y LA POLICIA NACIONAL BOLIVARIANA. El
logro al que me refiero fue el de convertir a nuestras FUERZAS ARMADAS en el brazo armado del PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA (PSUV), igual que hizo el
REGIMEN NAZI en Alemania a mediados del siglo pasado (1933 -1945).
El resguardo que le brinda el sector
militar chavista a estas fuerzas de delincuentes para puntualmente atacar a los
estudiantes y manifestantes que protestan contra las políticas del REGIMEN, no
se puede calificar de otra manera que CRIMINAL,
SÁDICO Y SALVAJE, propio de sistemas podridos que desconocen de leyes y
justicia, o que en el mejor de los casos las utilizan para sus oscuros
objetivos.
Colectivos armados chavistas en acción
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